Sobre la captura del boina verde
Había caído Alfredo Ríos Galeana. Por decreto Presidencial se creó entonces, un grupo para detener al enemigo público número uno. El mismo que hizo la hazañosa labor de capturar a El Rambo de los ochentas, un ex boina verde condenado a muerte en Estados Unidos, acusado de homicidio.
“Ese boina verde había sido agarrado por Interpol. Lo detuvieron en las galeras. Pero se escapó de ahí. No comió, no desayunó, no cenó, a pura agua estuvo varios días. En la madrugada se dio cuenta que todo el personal de guardia estaba dormido, se embadurnó de jabón y como se dejó enflacar se salió por los barrotes el puto”, cuenta mi padre en la primera entrevista formal que tenemos él y yo y con la cual pretendo comenzar a hurgar en este enredo que significa investigar si mi papá realmente es un truhán como me lo he creído yo y como se lo ha creído él.
Ahí nos llegó la información. Un gringo se escapó de las galeras. Salieron uniformados de los zorros, fuimos como unos setenta cabrones, Carlos Armendariz Guevara, era comandante de la Federal, habíamos judiciales federales, del Estado, del Distrito y preventivos del Distrito.
Era en Balbuena, no me acuerdo el domicilio. Llevábamos a su vieja. Cuando llegó la ñora, se bajó del carro y le pidió que le ayudara a con unas bolsas que estaban en la cajuela. Me acuerdo que le dijo Bob, así que supongo que así se llamaba.
En ese momento él sospechó todo, lo vi cómo se quedó quieto, como esperando, y en un segundo echó a correr. ¡Era una chingaderota! Yo me subí por una contrabarda. Siempre he sido bien ligero. Decían que era una chucha cuerera, ¡ni te le arrimes porque te da en la madre en cortito!
Me dieron una R15. Me brinqué con él. Pasamos una alambrada. Era un ex militar, se las sabe todas. Se oían disparos por todos lados, recorrimos toda la manzana saltando de teja en teja, tras la persecución, caí maltrecho, corté cartucho y le apunté a ese culero. ¡Cálmate porque te mato puto! En ese momento él me miró, como en un filme...
Me miró para amedrentarme. Pero yo no sentí nada, absolutamente nada. Yo no hallaba que hacer con mi vida en ese momento. ¡No te le arrimes compa, no te le arrimes! Llegaron con una suburban.
Lo hice que alzara las manos, lo esposaron. ¡Pinche Rafa hijo de tu pinche madre!, ¡no sabes ni qué acabas de hacer!, ¡chinga tu madre cabrón. Acabas de agarrar al Rambo de carne y hueso, me decía el Margarito Villagrana, luego sacó un cuerno de chivo y echó como 50 putazos sólo para celebrar, contaba mi padre mientras se golpeaba el pecho y los hombros, para simular la ovación en la comandancia de policía a la que me intentaba transportar.
Soy Anita Villagrana Macias y el día 22 de mayo del 2019 murió su hijo mayor Marco justo hoy hacé 8 días,,,, no entiendo como yegue aquí donde hablan de mi hno,,
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